"Las caídas y los errores son verdaderas oportunidades, las cadenas, no solo son impuestas en los brazos y manos de quienes perdieron su libertad en una abyecta cárcel; pues sin saberlo, las cadenas son esos problemas que enfrentamos en la vida cotidiana, que nos esclavizan absolutamente a todos, nos impiden crecer, volar y concretar nuestras aspiraciones." Víctor Emilio

sábado, 1 de noviembre de 2014

¿Me amas? o … ¿sólo te enamoro?


Como casi siempre suele pasar, cuando se dan discusiones en las RRSS que llaman nuestra atención, queremos opinar y hablar de nuestra experiencia, así que ahí les va la mía, especialmente ahora que incursiono en el género de la novela romántica.

He leído interesantes opiniones sobre la diferencia entre amar y querer, amar y estar enamorado, y en todas ellas pareciera que existe un consenso de que se trata de cosas diferentes, de sentimientos distintos. El amor, en todos los casos es más profundo –dicen los contertulios – hay más compromiso, más aceptación y tolerancia de los errores del otro. En cambio el enamoramiento, es para la gran mayoría, un proceso de acercamiento y de conocimiento de la pareja, de sus primeras y más visibles cualidades, de la química incluso.
Por eso me atreví a preguntar si ¿me mas? O, ¿sólo te enamoro?
Empecé por revisar etimológicamente las raíces de la palabra “amor” esa palabra tan famosa que mueve al planeta entero. La palabra viene del latín “amor” al igual que otras palabras como amorío, amante, enamorado, amoroso e incluso amigo.
A pesar de que existen abundantes significados de la palabra “enamorarse”, incluso muchas metafóricas dedicadas por cientos de líneas de bella poesía, lo más acertado será decir que se trata de un verbo pronominal y que significa: Pasar (una persona) a sentir amor por otra.
De modo tal que mi primer sospecha era absolutamente cierta. No existe separación entre la acción de enamorarse y amar.
Puede que lo primero sea una condición para llegar a lo segundo, pero una vez amas a alguien, estás necesariamente enamorado de ese alguien.
Cuando te enamoras y ves en una persona cualidades que te llaman la atención, en realidad estás buscando amar a esa persona, lo que confirma mi segunda teoría que aunque no es objeto de discusión por lo menos en estas letras, vale la pena mencionar.
No se puede amar a dos personas a la vez, así como no se puede estar enamorado de dos personas a la vez, porque el enamoramiento es, como lo dijimos un poco atrás, una condición previa para llegar al amor.
Lo que sí es posible es que te gusten dos o más personas a la vez, esos casos habrá y bastantes, pero el gusto nos mete en una nueva dinámica que va más allá del amor y el enamoramiento.
Gustar es eso y nada más, ¡a joder! como dicen los Españoles. Te gusta su físico, su cara, sus expresiones, su intelectualidad, te gusta cómo hablar, te acompaña, te sonríe, sus bromas y más y más; por eso nos pueden gustar muchas personas.
Pero acercarse, sentir su aliento en un beso con el que cierras tus ojos, tocar sus manos, esperar su llamada, sentir sus necesidades, abrir tus ojos pensando en ella o él y cerrarlos nuevamente pronunciando su nombre, es señal de enamoramiento y por lo tanto de que te encuentras en camino a amar.

Bienaventurados mis amigos lectores que se encuentran en esa etapa inicial del enamoramiento, ella trae consigo muchas emociones, sentimientos nuevos y etapas por descubrir de tu pareja y de ti mismo; pero más bienaventurados quienes ya subieron esas gradas y se mantienen al lado de quienes aman, porque aunque sea tema de otro artículo les diré: el enamoramiento no siempre termina el amor, pero quien ama de verdad, vivirá eternamente enamorado de su pareja, aunque ya no esté con ella.

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